miércoles, 10 de diciembre de 2008

RESUMEN DE CAPÍTULO III DEL LIBRO "MÁS ALLÁ DE LA LETRA" DE ISRAEL SCHEFFLER "LA METÁFORA

Israel Scheffler
1.-Metáfora-Selección de la mención y ambiguedad
Después de leer al respecto, opino que en la actualidad muy pocas personas utilizan metáforas y ambiguedades. Todas las personas en al vida diaria utilizan para comunicarse palabras sencillas de fácil comprensión, que facilite la conversación y así poder relacionarse unos con otros. La comunicación empieza en el hogar desde la niñez, más aún cuando somos bebés, por medio del balbuceo.
En el hogar, las personas que constituyen la familia deben tener una buena conversación,empezando por los mayores , esto se consigue leyendo buenos libros, seleccionando temas cuyos contenidos eleven día a día nuestro nivel cultural.
Según el grado de nivel cultural que tengamos, podremos comprender, ampliar, clasificar y comprender el significado de cada una de las palabras.
La metáfora es una figura de retórica por la cual se traslada el sentido de una palabra a otra, mediante una comprensión mental, usa mucho la intención, que es un proceso mental, ejemplo: la luz de la ciencia. Para comprender las metáforas, se requiere un buen conocimiento del lenguaje y así poder interpretarlas; además requiere del proceso psicológico que es la intuición. La ambiguedad abarca la metáfora dado que una inscripción-predicado metafórico dentro "D" es caracterizable como teniendo ahí una réplica divergente, que proporciona alguna pista a la aplicación de otro anterior. La comparación de lo peculiarmente metafórica ambiguedad E, con otros tipos de la misma es muy importante porque así nos lleva a comprender el problema principal de la metáfora. Se debe recordar que dos inscripsciones son ambiguas E la una respecto a la otra si y solo si se refieren a réplicas y son extensionalmente divergentes.
El empleo o no de las metáforas en la comunicación es opcional, lo importante es conocer o saber su efectividad en ella. Sobre la interpretación de la metáfora se han planteado diversos enfoques: a) el intuicionista, b) el emotivo, c) el formular, d) el intencional, e) el interaccional y f) el contextual.

2. Enfoque intuicionista de la metáfora
Para hablar sobre el enfoque intuicionista,el significado de la metáfora cabe mencionar la teoría de M. Beardsley, teoría que él llama "Teoría de lo sobreviviente"- empezando con la observación de que la metáfora es capaz de transmitir significados que el lenguaje literal no puede". De acuerdo a ésta M. Beardsley escribe "El significado de una metáfora no brota de los significados literales de sus partes, sino que aparecen como algo extraño a, e independiente de ellos. Los significados metafórico es inexplicable en términos de los mismos". A este respecto se considera que metáfora es análogo a, o (tal como Beardsley lo expresa "una especie de modismos"
Mientras, los modismos propiamente tales vienen tratados típicamente como ítems independientes, que hay que aprender como tales, quedando, en efecto registradas como unidades separadas en los diccionarios; las metáforas sin embargo, pueden comprenderse, en casos favorables, recurriendo a los significados literales anteriores, sin apoyarse en las entradas del diccionario. Pero, dado, sin embargo, que el significado de una metáfora no deriva de los significados de sus partes, resulta accesible-si es que lo es-a través de un acto de intuición y no de análisis. "Una metáfora no puede interpretarse desde la interacción de sus partes; exige un acto especial de intuición.
Para ilustrar su punto de vista, Beardsley cita a M. Foss quien dice aquél-"parece mantener que, en una atribución metafórica, los términos separados pierden todo el sentido de sus desiguaciones originales y que "la esfera metafórica... pasa a constituirse como una unidad simple e indivisible". En el proceso metáforico dice Foss, "los símbolos conocidos en sus relaciones recíproca son sólo el material; sufre un completo cambio al perder su significado familiar los unos en los otros, engendrando un conocimiento enteramente nuevo por encima de su multitud física y agregable.
Un importante rasgo del enfoque intuicionista es su afirmación de la fuerza de la metáfora para desbordar el campo de las expresiones literales, y la consecuente negocian de que las metáforas son siempre reemplazables por equivalentes literales; negocian que requiere de atención analítica.El criterio de reemplazabilidad, está en juego. Si lo que se requiere es equivalencia de emotividad o sugestividad entonces que las expresiones literales encuentren reemplazamiento de lo que las expresiones metafóricas encontrarán.
En suma, el análisis es adecuado para captar el significado de las expresiones literales y la intuición para captar el significado de las expresiones metafóricas. El enfoque intuicionista lo que no nos ofrece es contraste alguno en absoluto. Pues la explicación o interpretación amplificativa de las expresiones literales no es más variable que la explicación o interpretación amplificativa de las expresiones metafóricas. Lo que se requiere siempre es la intuición.
En suma existe una equivalencia entre las expresiones literarias y las expresiones metafóricas, ambas a mi modo de ver se complementan puesto que en un texto puede encontrarse metáforas al cual es capaz de transmitir significados más amplios de explicación, interpretación, comprensión y afianzamiento, para su fácil traducción; así mismo las expresiones literales pueden aportar lo mismo en un texto. La diferencia entre ellas a mi parecer es que las expresiones literales se presentan generalmente como oraciones y las expresiones metafóricas se presentan con frases ejemplo: en este último caso "la luzz de la ciencia".
Para la interpretación y comprensión de la metáfora hay que tener conocimiento del lenguaje original o primitivo, es decir, conocimiento del idioma. así mismo para las expresiones literales. En ambos casos se requiere de la inteligencia, la memoria y de la atención para poder tener una lógica interpretación de todo un texto.

3. Emotivismo y metáfora
Según el enfoque emotivo, las metáforas tienen la capacidad de manifestar y suscitar sentimientos. La perspectiva emotiva a diferencia de la insistencia intuicionista en la fuerza de la metáfora como superación delcampo cognitivo de la expresión literal, enfatiza más bien, el que la metáfora va más allá del lenguaje natural en su capacidad de afectar el sentimiento.
En su forma extrema, la idea es que las expresiones matafóricas carecen por completo de contenido o significado cognitivo, lo distintivo es en contenido o significado emotivo; en lo concerniente al contenido cognitivo, son reemplazables por equivalentes literales pero en lo que respecta a sus rasgos afectivos, en en general no son reemplazables; el emotivismo admite que las metáforas pueden de hecho aumentar los recursos cognitivos de sus respectivos lenguajes, pero insistiendo en que es el rol emotivo de las metáforas lo que es de primaria importancia. Al usar las metáforas en un escrito,el incremento cognitivo que aporta sobre la expresión literal no es suficiente motivo para su uso; la clave más bien reside en la dimensión afectiva.
Las versiones extremas y media del emotivismo mantienen amabas que las metáforas son eliminables, sin pérdida de contenido cognitivo. La versión extrema supone que son simplemente eliminables y la versión media considera eliminables a favor de equivalentes literales. Las versiones media y suave, por otro lado, afirman ambas, que las metáforas tienen contenido cognitivo, pero concuerdan en que la transmisión de tal contenido no es lo que constituye su función primaria.
El enfoque emotivo al mantener (o virtualmente mantener) esta tesis de la reemplazabilidad (cognitiva), niega que las metáforas sean reemplazables respecto de sus contenidos emotivos sdean dentro o fuera de sus respectivos lenguajes de origen. Sobre la tesis de la fórmula (cognitiva), disentida antes,el emotivismo es neutral, pero ciertamente excluye la idea de una fórmula con vista a generar una explicación del significado emotivo de la metáfora a partir de la información sobre los constituyentes. En resumen, el intuicionismo, al considerar el significado como uniformemente cognitivo, afirma el alcance distintivo de la metáfora acentuando su irreemplazabilidad cognitiva y la resistencia a la fórmula de su significado (cognitivo). Por otro lado, el enfoque emotivo, al considerar el significado como emotivo a la fórmula. La versión extrema del emotivismo es la idea de que las metáforas carecen de contenido cognitivo, funcionando sólo como recursos emotivos.
la versión moderada del emotivismo se funde en la formulación más suave, admitiendo que las metáforas puedan aumentar la fuerza cognitiva de sus respectivos lenguajes, pero insistiendo en que, lo que es de primordial importancia en cualquier caso es sus función emotiva. Esta exigencia es difícil de explicar. Una vez concedido a la metáfora como distintivo el efecto cognitivo, no se puede afirmar que la función emotiva es, en todo caso dominante en las expresiones metafóricas. La idea de que todas las metáforas son peculiarmente emotivas, en cualquier sentido, difícilmente resulta convincente.
Según Beardsley las metáforas pueden ser emotivas, y muchas de ellas lo son; pero no tienen que serlo. Los términos literales son también de emotividad. variable, y muchos de ellos lo son. Las emociones después de todo se desarrollan en la más íntima conexión con las cogniciones; los sentimientos responden a las cosas en tanto aprendidas y comprendidas. En ningún caso, sin embargo, ha llegado a establecerse, bajo una interpretación empírica clara e independiente, distinción adecuada alguna en base a la emotividad.
Ciertamente puede plantearse distinciones varias plausibles entre los rasgos emotivos y cognitivos en cuanto tales. Pero para reivindicar cualquier distinción de este tipo como subyacente a la división de las formas de pensamiento o a los tipos de expresión se necesita un argumento independiente.


4. El enfoque formular de la metáfora


El enfoque formular de la metáfora, supone que hay alguna fórmula o un conjunto manejable de fórmulas, que, dada información disponible sobre los constituyentes literales, específica en términos literales los significados de las expresiones metafóricas; aunque no siempre dentro de los límites de sus respectivos lenguajes iniciales. Este enfoque, es compatible en la antireemplazabilidad; no puede ser rechazado simplemente refutando la tesis de la reemplazabilidad. Ni puede demostrarse ratificando la reemplazabilidad. El enfoque formular apuntar a principios familiares que abarcan, por lo menos, algunos casos de la aplicación transferida, en la que esquemáticamente hablando, la aplicación literal pasada y la nueva están en una relación de parte a todo o de género a especie. Cuando estos principios, no logran abrir camino a una interpretación, entra en acción un principio especial, característico de la metáfora, basado en la semejanza, similitud o iconicidad. Este principio, guía la interpretación, a la vez que requiere de la ingenuidad. Pues al hacer explícitas las bases de la semejanza que una expresión metafórica dada supone tácitamente, el intérprete deja de poder operar por rutina. Entonces hay que buscar las similaridades posibles, determinar las apropiadas y rechazar el resto. El enfoque formular relaciona la metáfora íntimamente al símil. La noción de metáfora como un símil implícito es, en efecto, la idea general predominante, y la idea de comparación, en tanto proceso subyacente a la comprensión metafórica, es su principal resultado o consecuencia. Whately lo expresa: "El Símil o Comparación puede considerarse como difiriendo de una metáfora sólo en la forma, estando la semejanza en aquel caso enunciada, mientras en la metáfora lo está implcada". Una reciente explicación de Alston, quien relaciona la similitud, en tanto principio subyacente a la metáfora, con los usos figurados de otros tipos. En el ejemplo de metáfora: "El sueño que zurce el deshilachado filamento de las preocupaciones". Alston, continuando con las ideas de Henle, considera que los expresado se refiere a dos cosas: a) una persona zurciendo una manga deshilachada, y b) esta oración como un ícono del efecto del sueño en alguien con preocupaciones. Una expresión metafórica dice Alston, opera de este modo sólo si hay alguna similitud importante y fácilmente reseñable entre dos situaciones; tal similitud es condición necesaria para la efectividad de la metáfora. Sin embargo la metáfora no por ello es distinguible del símil. Esto no quiere decir que una metáfora sea lo mismo que un símil, una afirmación explícita de una similitud. El enfoque formular apoya sus reivindicaciones frente al intuicionismo a) argumentando que tiene que haber principios operativos a la base de la comprensión metafórica y b) presentando la similitud como la base de un principio específicamente compatible con aquellos aspectos creativos de la metáfora, enfatizados por el intuicionismo. En suma, el enfoque o noción formular de la metáfora como símil implícito no es conveniente. La fórmula, al convertirse la metáfora en símil, no va lo suficiente lejos; se detiene justo poco antes de llegar a iluminar genuinamente lo uno y lo otro.



5. El enfoque intencional de la metáfora


Este enfoque se vale de la idea que ya hemos encontrado en nuestro tratamiento del emotivismo. La idea de que los efectos metafóricos se liberan mediante el bloqueamiento de la interpretación normal. El intencionalismo se vale de la misma noción general, pero da una noción cognitiva más que emotiva del efecto metafórico, mismo. Considerra este efecto no como una cuestión de sentimiento, sino más bien como una genuina adscripción de propiedades. Sin embargo, su posición es que, entre las propiedades asociadas a un término, algunas son centrales, mientras que otras son meramente periféricas; y las lecturas normales basadas en las propiedades centrales se encuentran bloqueadas, emergen las lecturas metafóricas, basadas en combinaciones compatibles de propiedades periféricas relevantes. Beardsley ha desarrollado una concepción de este tipo en la que distingue entre las características designadas y las connotadas por una palabra; las primeras las considera como constituyendo el significado central, o primario, de la palabra, y la segunda como abarcando sus significados marginales, o secundarios. Las características designadas son caracerísticas definientes, mientras que las connotadas, son aquellos no designadas por la palabra en mención, pero que pertenecen a muchas de las cosas que denotan. Por ejemplo la palabra "lobo", designa cierta característica que definen una clase de animales; denota también a los animales que tienen en común tales características definitorias. Pero además de las características que los hacen lobos, muchos lobos tienen otras ciertas características o comúnmente se cree que las tiene; como fiereza, obstinación y estirpe depredadora. Beardsley resume el proceso de explicación de la metáfora en dos principios: 1)"El Principio de Congruencia", que nos dice (en los caso en los que la interpretación normal está está bloqueada) que apliquemos al sujeto sólo aquellas connotaciones del modificador que se adapten al mismo, y que sean lógicas y físicamente compatibles con él (al componer..las connotaciones admisibles de las palabras en un poema, nos guiamos por las posibilidades lógicas y físicas), y 2) "El Principio de Plenitud", que nos dice que todas las connotaciones que se adaptan hay que considerarlas como pertenecientes al significado de la metáfora, supuesto que se preserva la consistencia en todo el contexto. Los dos principios planteados por Beardsley constituye una "lógica de la explicación". El enfoque intencional presenta un método de interpretación, pero no pretende ofrecer una fórmula. El método opera no sobre los significados literales (i.e."primarios") sino sobre los connotativos (i.e. "secundarios") de los constituyentes; además, no puede suponerse que estos significados connotativos se encuentren inmediatamente a disposición del intérprete. En un principio, requiere de una búsqueda empírica. Por otro lado, los significados connotativos a obtener de modo determinado no puede aplicarse directamente al sujeto; hay que filtrarlos, no sólo por coherencia lógica, sino también por copmpatibilidad con las leyes físicas. Es así cómo el intencionalismo confía en hacer justicia a la oposición intuicionista a la fórmula, y a la insistencia del enfoque formular en que la interpretación metafórica se explique como un proceso basado en principios.



6.Evaluación del interaccionismo


El intencionalismo de como lo presenta Beardsley, nos da una explicación comprensiva de la metáfora, que parece escapar a las dificultades inherentes a las enfoques tratados con anterioridad. Hay que hacer frente a dos alternativas, la primera es que la lectura metafórica puede estar incitada por alguna condición distinta a la auto-contradicción indirecta o a la falsedad obvia. Puede haber algún rasgo intencional o contextual que indique que hay que leer metafóricamente una explosión, aún cuando su interpretación liberal sea consistente y además verdadera. Segundo, una tal interpretación literal no queda en todo los casos relegado a favor de la metafórica, sino que continúa unida a ella como una instancia de múltiples significados o como ambiguedad. La necesidad de un principio selectivo auxiliar es especialmente urgente para la posición de Beardsley, dado que los principios de congruencia y plenitud parece demasiado amplios como para poder servir de guía en la interpretación. La idea de adscribir al significado de una metáfora todas las connotaciones que se ajustan a ellas, supuesto que se preserve siempre la consistencia parece demasiado liberal como para servir de base a "la lógica de la explicaciones" buscada por Beardsley. La consideración de este problema es lo que nos lleva a una evaluación general del enfoque intencional. La contraposición que establece Beardsley entre metáfora y sinsentido. En la medida en que hay connotaciones del modificador atribuibles consistemente al sujeto tenemos una metáfora, aunque oscura. Sin tales connotaciones, no tenemos una metáfora, sino un sinsentido de un tipo particular. Beardsley admite que no es fácil encontrar ejemplos claros de sinsentido; además admite que no podemos estar seguros de que una atribución dada es un sinsentido, porque alguien puede encontrar en ella un significado que nosotros hemos pasado por alto. El hecho, sin embargo, es que, dado la teoría de Beardsley- ninguna atribución es un sinsentido. Podemos estar ciertos de ellos, dado que es una simple rutina el encontrar connotaciones adaptables que se integren enel significado metafísico, ejemplo "John es unl lobo", considerando la propiedad x (fx, x=a); es decir la propiedad de ser un objeto x tal que x en F ó es idéntico a A. Ser un lobo o ser idéntico a John caracteriza a todos los lobos cualesquiera que sean. Bearsdley, sin embargo, podría corregir su teoría de modo que tienda a eliminar las propiedades problemáticas, y defender así el intencionalismo frente a la crítica. El caracteriza las "atribuciones redundantes" o "tautológicas" como "auto-implicativa" considerándolas lógicamente vacías o lógicamente absurdas, dado que el significado del modificador está ya contenido en el significado del sujeto". La excesiva amplitud del intencionalismo deriva, evidentemente, del hecho que ser noción básica de "connotación" abarca no sólo las características (no designadas) que se piensa perteneciente a las denotadas de un término, sino también aquellos que de hecho pertenecen a ellas. Y el aparato explicativo construido sobre esta noción es demasiado inclusivo para la tarea a realizar. El principio de congruencia al apelar meramente a la consistencia entre tales connotaciones, es demasiado débil como para excluir de entre ellas, las no deseadas; el principio de plenitud exige positivamente que se las incluya. Se debe ajustar el aparato interpretativo del intencionalismo, de modo que se constituya en una guía más fuerte, sin incurrir de nuevo en las dificultades del enfoque formular.


7.Interaccionismo y metáfora


El enfoque interaccional coincide con el intuicionismo , en negar que la interpretación metafórica puede reducirse a una cierta rutina general, pero tampoco está de acuerdo de apelar al acto de intuición, difiere marcadamente del enfoque emotivo al negar que las metáforas operen sólo o primariamente en el ámbito del sentimiento. El interaccionismo, al igual que el enfoque formular e intencional, busca más bien una interpretación cognitiva de la comprensión metafórica. El interaccionismo, a diferencia del intuicionismo rechaza la asociación de la metáfora con el símil, así como todo recurso a la semejanza y a la comparación; asimismo difiere del emotivismo, es decir, abandona la noción inclusiva de las connotaciones de un término como abarcando ambos tipos de características, las que de hecho pertenecen a las denotadas, y las que se piensa pertenecen a estos. Este enfoque promete remediar la dificultad de la amplitud excesiva, a la que es vulnerable el intencionalismo. I.A. Richard dice: Cuando usamos actuando juntas y apoyadas por una única palabra, o frase, cuyo significado es la resultante de su interacción. Max Block entiende este enunciado como implicando que el término metafórico, es decir, el foco de la metáfora adquiere "un significado nuevo", que no es totalmente su significado en los usos literales, ni totalmente el significado que tendría cualquier sustituto literal. El contexto del término metafórico como lo llama Max Black; produce una extensión del significado en el término focal. Max Block opina sobre lo que Richards dice "Para que la metáfora opere, el lector tiene que permanecer atento a la extensión del significado, es decir, a los viejos y a los nuevos significados conjuntamente. Max Block quiere ir más allá de la descripción que planteó Richards, en términos de la interacción de dos ideas "que actúan juntas, de ideas que cooperan en un significado inclusivo". Al respecto escribe como ejemplo Black. Consideremos una metáfora es como un filtro. Tomemos el enunciado "El hombre es un lobo". Podemos decir que aquí hay dos sujetos- el sujeto principal, hombre (o hombres) y el subsidiario, lobos (o lobos). Ahora bien, la frase metafórica en cuestión no transmitirá su pretendido significado a un lector que sea lo bastante ignorante en lobos. Lo que necesita no es tanto que el lector conozca el significado standard, del diccionario, de "lobo", que sea capaz de usar esta palabra en sus sentidos literales, como conozca lo que voy a llamar el "sistema de lugares comunes asociados". Imaginemos a una persona muy entendida en la materia al que se le pide que, sin mayor dilación, diga todo aquello que considera verdad sobre los lobos; el conjunto resultante de enunciados se aproximará a lo que estoy llamando aquí el sistema de lugares comunes asociados a la palabra "lobo" Se supone que tales sistemas de lugares comunes son relativamente uniformes a lo largo y mucho de una cultura dada; se supone también, que incluyen, típicamente, "medias verdades" y "errores muy graves". Pero, tal como enfatiza Block "lo importante para la efectividad de la metáfora no es que los lugares comunes sean verdad, sino que puedan evocarse fácil y libremente". Sobre los rasgos de la idea de interacción en resumen Block enumera siete puntos (1) en enunciado metafórico tiene dos sujetos, uno principal, y otro subsidiario; (2) estos "lo mejor con frecuencia es considerarlas como "sistemas de cosas" más bien que cosas". (3) una metáfora aplica a su sujeto principal un sistema de implicaciones asociadas" pertenecientes a su sujeto subsidiario; (4) aún cuando tales implicaciones consisten habitualmente en lugares comunes, pueden, eventualmente "consistir en implicaciones desviantes" establecidas por el escritor; (5) una metáfora selecciona y organiza rasgos del sujeto principal "implicando" enunciados acerca de éste que normalmente se aplican al sujeto subsidiario"; (6) tal implicación conlleva desplazamientos en el significado de las palabras, que "pertenecen a la misma familia o sistema de la expresión metafórica; y algunos de estos desplazamientos, aunque no todos, pueden ser transferencias metafóricas; y (7) "no hay" en general, "base" simple alguna para los necesarios desplazamientos de significado- ninguna razón general de por qué algunas metáforas operan y otros no.



8. Contextualismo y Metáfora



Este enfoque otorga un énfasis primario a un rasgo de la comprensión metafórica. El contextualismo es cognitivo en espíritu, distanciándose así del emotivismo; se distancia también del enfoque formular al arehusar apoyarse en al semejanza, y, del enfoque intensional, al rechazar una lógica de la explicación basada en principios uniformes de interpretación. El contextualismo igual que el interaccionismo, reconoce que la fuerza de la adscripción metafórica varái de acuerdo a la variación del contexto, pero no ofrece teoría alguna de los lugares comunes, ni siquiera como una supuesta explicación del caso usual. Al situar un énfasis primario en la variación contextual, presenta clara afinidad con el intuicionismo, el cual acentúa el rol de la ingenuidad para cada caso de comprensión metafórica en términos de actos intuitivos. Más bien plantea qeu la búsqueda del contexto de cada metáfora desvela, en casos favorables, un conjunto de indicios relevantes a su interpretación; tales indicios pueden hacer desvanecer el misterio local, aun cuandon no se den principios generales de explicación para todos los contextos. Nelson Goodman sobre el enfoque contextual de la metáfora dice "metáfora es una cuestión de enseñar nuevos trucos a una vieja palabra, de aplicar de un modo nuevo una vieja etiqueta". "Esta caracterización, sin embargo, no es suficiente, dado que toda aplicación de un predicado a un nuevo evento, o a un obejto recién encontrado, es nuevo; pero una tal proyección rutinaria no constituye la metáfora". La característica posterior planteada es como sigue. En la proyección rutinaria, el hábito suplica una etiqueta a un caso aun no decidido. Igualmente, la aplicación arbitraria de un término nuevo, cuño no se encuentra abstraída por una decisión anterior. Pero la aplicación metafórica de una etiqueta a un objeto desafía una negación anterior, explícita o tácita de esta etiqueta a este objeto, ahí donde hay metáfora hay conflicto; la imagen es triste más que alegre, aún cuando es insensible, y, por ello, ni triste ni alegre. La aplicación de un término es metafórica, sólo si hasta un cierto punto está contraindicada. El proceso por el que en un uso de un término "guia o informa a otro exige mayor interpretación. Goodman introduce las nociones de "esquemas" y "dominio"; un esquema consta de un conjunto de etiquetas alternativas; y, un dominio de los objetos seleccionados por el esquema, es decir de los objetos denotados por al menos una de la etiquetas alternativas. En una metáfora dice Goodman- observamos típicamente un cambio en el dominio de una etiqueta, así como también en el de su ámbito o extensión. Goodman no da razón general alguna respecto a como opera tal directriz. Resalta el hecho de que la libre transferencia de un esquema da, sin embargo, lugar a juicios determinados. Esto es precisamente describir el fenómeno principal que nos interesa, i.e. la efectividad que puede acompañar a la cominicación metafórica. Supuesto que el esquema, libremente transferido da lugar a juicios determinados; el problema es explicar cómo, éste es el planteamiento de un enfoque contextual. Goodman se resiste en forma determinante a proponer una respuesta general, presentando en su lugar ilustraciones de una variedad de procesos metafóricos. Sugiere, así que la directriz proveniente de pasados usos pueden derivar, en ciertos casos, no de las metafóricas. Además, plantea que la directriz puede derivar no sólo de las aplicaciones anteriores de una etiqueta, sea literal o metafórica, sino también de sus pasadas ejemplificaciones (literales o metafóricas). Emest Gombrich dice que el objeto del juego es aplicar una palabra sin sentido a pares de objetos, siendo el resultado, para muchos de estos pares, sorprendentemente determinados. Ejemplo, si nombramos "un elefante y un gato", ¿Cúal sería pin y cuál pon?. La respuesta es muy clara. Si decimos sopa caliente o helado; la respuesta es: helado es pin y sopa caliente es pon. Dado que "pin y pon" carecían de toda denotación previa, no puede haber desde luego metáfora alguna involucrada en sus nuevas aplicaciones al juego. Pero, el guiarse por una pasada ejemplificación puede afectar también a la reasignación de una etiqueta denotante, sienso aquí el efecto metafórico. Los planteamientos anetriores no dan cuenta de todos los casos, o, más exactamente; de todos los casos relevantes de transferencia metafórica. El que la directriz derive de una aplicación metafórica anterior puede ayudar a explicar la metáfora presente, pero difícilmente la anterior.

Nelson Goodman

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